Deja que Dios impregne cada aspecto de su vida.
Entregué todo tu ser a Él retiene nada.
Sé que no doble ánimo, tratando de vivir con un pie en el cielo y el otro pie mal servir.
Sea Dios primero en todas las cosas y dedicar su toda la vida al servicio de su Reino.
Presente usted mismo como sacrificio vivo delante de su trono, porque esto es vuestro culto racional a Él.
Cuanto más se da a sí mismo a él los tesoros más espirituales que lo recibiréis.
Tratar de vivir una santa y pura vida en todo lo que haces y te
arrepientes de cualquier vicio o pecado que usted está permitiendo a
estar en tu vida.
Guarde todo mal hacer y dedicar su vida a hacer el bien.
Deja que Dios te transforme en un faro de luz brillante que trae la esperanza de la vida de muchos de sus hijos.